miércoles, 31 de marzo de 2010

Habrá que ver (1)



La última película de Agnès Varda, la muchacha de la varonil nouvelle vague, es un documental sobre Agnès Varda: Les plages d'Agnès. Es de 2008.
Un artículo sobre Varda hay acá (en inglés) y acá hay una biografía (en español).

martes, 30 de marzo de 2010

Los abrazos rotos (Pedro Almodóvar, 2009)

Los abrazos rotos (que se estrenó en DVD y de la que acá algunos clips) es la culminación del Pedro Almodóvar, aquel punk atrevido que aprendió que la vida es un melodrama y que como tal hay que contarla en las películas. Cuando lo hace bien (La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre, Volver), le sale mejor que a nadie. Este no es el caso. La historia es la de un director/guionista de nombre y apodo (Mateo Moreno/Harry Caine, como para indicar que la vida está llena de duplicidades) que se ha quedado ciego, y de su romance pasado con la estrella de una de sus películas, la mantenida de un millonario que está celoso y con razón. Ese sería el núcleo pero hay bastante más. La lista de aderezos incluye casi una remake de aquella Mujeres al borde de un ataque de nervios (en el sentido autoreferencial; en el de qué es la realidad y qué la ficción y sobre cómo se puede mejorar el pasado y sus errores) hijos reconocidos y de los otros, romances pasionales y platónicos, la aridez de Lanzarote y Penélope Cruz vestida de Audrey Hepburn y Marylin Monroe. El pastiche funciona más o menos hasta la mitad cuando la trenza se entrevera demasiado y lo único que sobrevive es un cuidado formal extremo con esos encuadres donde todo está en su lugar, algunas escenas conmovedoras y las citas cinéfilas (el Rossellini menos neorrealista, entre las explícitas; Vertigo de Hitchcock entre las implícitas mal disimuladas). Esos momentos sirven confirmar que Almodóvar aún es está en pleno uso de su pulso, incluso cuando parece temblarle. El problema es que ante cualquier amague de tropezón como éste, viene el miedo de que lo arrebate el síndrome Woody Allen, aquel que hace que grandes directores remplacen cantidad por calidad y desafìo por piloto automático. Calificación: 3 y medio

Bukowski: Born Into This (2003, John Dullaghan)


Una figura de culto importada al aislado Uruguay de la década de 1980, el escritor Charles Bukowski parecía en aquellos años estar en todos lados. Sus novelas venían en preciadas ediciones de Anagrama, sus poemas y perfiles abundaban en las revistas que había que leer, había versiones locales y undergrounds de sus textos y hasta una película (Barfly de Barbet Schroeder) con Mickey Rourke que aparentaba ser menos mala de lo que era sólo porque era sobre él. Bukowski: Born into this es la biografía definitiva de una vida que puede sintetizarse —como lo saben quienes conocen su autobiográfica colección de novelas y poemas— en una infancia abusada, una adolescencia atormentada por la fealdad de un acné virulento, un debut sexual tardío, un apego a la bebida y a las mujeres que marcaría toda su vida, y una obra magnífica y dura que retrató, como nadie, la vida de un desclasado de Los Angeles, haciéndonos creer que no había nada más universal que eso. El documental está bien. Dullaghan quiere al personaje y no se preocupa en disimularlo, y además encuentra cómplices de renombre como Bono, Sean Penn y Tom Waits que aportan testimonios de su grandeza. Bebedores más anónimos, editores entusiastas, amigos, biógrafos, y varias de sus mujeres completan el retrato. El principal problema es que es difícil que alcance a aquellos que no conocen ni la obra, ni al personaje. El obstáculo para los recién llegados son las casi dos horas de película, a las que hay que animarse y más en tiempos tan perezosos; hay un premio para quienes lo hagan. Quienes están avisados volverán a conmoverse con la sensibilidad de sus textos, lo podrán ver en movimiento (caminando y tomando, siempre tomando) y hasta llorando y encontrarán una buena razón para recuperarlo del olvido en el que lo terminó abandonando tanta sobreexposición hace ya dos décadas. Calificación: 3

Amelia (Mira Nair, 2009)


Típica biopic industrial a la que ni la directora india Mira Nair logra imponerle mayor personalidad. Hillary Swank es Amelia Earhart, la primera mujer piloto en cruzar el Atlántico, entre otras proezas individuales de esas que tanto gustaban en la década de 1930. De eso se trata y de su vida matrimonial con el editor David Putnam (Richard Gere con la misma cara de siempre) y extramatrimonial con el millonario Gene Vidal (Ewan McGregor). Nair (la de La boda, por ejemplo) aquí se deja llevar por todo el porte de la historia y cumple su cometido de mantenerse en velocidad crucero por los senderos de la aventura y el romance, siempre con elegancia de best seller. La preocupación por respetar la espectacularidad del cine más clásico de Hollywood es lo que consigue mantener la atención de espectadores más afectos a lo tradicional. Pero eso también la convierte en un anacronismo, lo que, acá, no es buena cosa. Calificación: 2.

Los mejores de Brooklyn (Antoine Fuqua, 2010)

Es interesante como Antoine Fuqua quiere parecerse a Sidney Lumet en este drama sobre policías a merced de la corrupción, el riesgo y el h...